Si
observamos la tabla nutricional de una bolsa de nueces peladas de los estantes
de un supermercado y consultamos las calorías nos llevaremos una sorpresa. Por
cada 100 gramos
de nueves, más de 600 kilocalorías. Si nos comemos de una tacada la bolsa, estaríamos
suministrando a nuestro cuerpo alrededor de 1000 kilocalorías. Es difícil
encontrar alimentos que suministren tal cantidad de energía con tan poca
cantidad de producto.
Siempre hemos oído que los frutos secos hay que tomarlos con moderación por la cantidad de calorías que suministran, pero veamos qué dicen diversos estudios científicos realizados sobre la capacidad energética de los frutos secos y su relación con el aumento de peso debido a su consumo.
Son estudios epidemiológicos durante largos periodos de observación, es decir aplicados a muestras grandes de individuos durante periodos muy largos de tiempo. Con este tipo de estudios, nos llevamos la sorpresa de que los frutos secos nos dicen lo contrario a lo que podría parecer si únicamente leemos la tabla nutricional y el número de calorías aportadas. Los cuatro principales estudios que se han realizado y sus resultados han sido los siguientes:
- El consumo de trutos secos y su incidencia en el metabolismo tras seis años de seguimiento (año 2012). Tras un seguimiento a más de 10.000 sujetos durante 6 años se llegó a la conclusión que aquellos que consumían más de dos veces a la semana frutos secos tenían menor índice de obesidad.
- Durante los años 1999-2004, la National Health and Nutrition Examination Survey llegó a estudiar a más de 13.000 individuos y llegaron a la conclulsión de que los que tomaban más nueces preseantaban una menor obesidad abdominal.
Siempre hemos oído que los frutos secos hay que tomarlos con moderación por la cantidad de calorías que suministran, pero veamos qué dicen diversos estudios científicos realizados sobre la capacidad energética de los frutos secos y su relación con el aumento de peso debido a su consumo.
Son estudios epidemiológicos durante largos periodos de observación, es decir aplicados a muestras grandes de individuos durante periodos muy largos de tiempo. Con este tipo de estudios, nos llevamos la sorpresa de que los frutos secos nos dicen lo contrario a lo que podría parecer si únicamente leemos la tabla nutricional y el número de calorías aportadas. Los cuatro principales estudios que se han realizado y sus resultados han sido los siguientes:
- El consumo de trutos secos y su incidencia en el metabolismo tras seis años de seguimiento (año 2012). Tras un seguimiento a más de 10.000 sujetos durante 6 años se llegó a la conclusión que aquellos que consumían más de dos veces a la semana frutos secos tenían menor índice de obesidad.
- Durante los años 1999-2004, la National Health and Nutrition Examination Survey llegó a estudiar a más de 13.000 individuos y llegaron a la conclulsión de que los que tomaban más nueces preseantaban una menor obesidad abdominal.
- La Nurse’s Health Study, presentó en el año 2009 los resultados de estudiar a
más de 50.000 mujeres a lo largo de 8 años concluyendo que las que tomaban más
de dos veces frutos secos a lo largo de la semana se asociaban con un menor
índice de sobrepeso.
- El consumo de frutos secos y la ganacia de peso en la dieta mediterránea (año 2007) . Tras un estudio de 9.000 personas durante dos años arrojaron la confirmación de otros estudios. Las personas que comían más frutos secos tenían menor tendencia a sufrir de problemas de sobrepeso.
- El consumo de frutos secos y la ganacia de peso en la dieta mediterránea (año 2007) . Tras un estudio de 9.000 personas durante dos años arrojaron la confirmación de otros estudios. Las personas que comían más frutos secos tenían menor tendencia a sufrir de problemas de sobrepeso.
Por los resultados obtenidos de estos estudios a largo plazo, parece ser que los frutos secos no engorden precisamente. Pero vamos a cerciorarnos más aún. Ahora veremos los resultados de estudios de intervención, es decir, añadimos el consumo de frutos secos a la dieta de un grupo aleatorio de individuos y observamos cómo evolucionan. Los resultados de este tipo de estudios fueron los siguientes:
- En el año 2009 el estudio de Los efectos del consumo de frutos secos en los lípidos de la sagre y otros factores de riesgo cardiovascular, concluyó que no había relación ninguna entre el consumo de frutos secos y el sobrepeso, sino más bien lo contrario, a más frutos secos, menor peso.
- En el año 2012 se realizó un estudio de los efectos del consumo de pistachos a 90 individuos en China, dividiéndolos en tres grupos y suministrando a lo largo de tres meses al primer grupo
- En el año 2011, en un grupo de 200 sujetos, a la mitad se les agregó a su dieta
- En el año
- En el año 2002, con un grupo de 80 mujeres se les añadió a su dieta unos
La conclusión que podemos sacar es que los frutos secos no engordan. No es únicamente el número de kilocalorías, existen otros factores que hacen que esas kilocalorías afecten de una forma a otra a nuestro organismo. En el caso de los frutos secos, su digestión complicada, su gran cantidad de fibra, el efecto saciante que suministran, su gran valor nutritivo y el carácter beneficioso de sus grasas lo convierten en un alimento realmente extraordinario.
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